Huerta escolar
Preparación del suelo: Desmalezar y eliminar piedras y basuras. Si está
muy seco regar abundantemente y dejar orear 1 o 2 días. La parte más rica del
suelo es la superficial (los primeros 20 o 30 cm.), por lo que no es
conveniente realizar el clásico punteo dando vuelta la tierra. Proceder así:
Primero conviene aflojar la tierra mediante una pala
u horquilla (laya) introduciéndola unos 15 cm. y moviendo hacia adelante y
atrás sin dar vuelta la tierra. 2. Cubrir con una capa de
abono orgánico (estiércol o humus de lombriz) y mezclar con la tierra removida
usando un rastrillo. 3. En un extremo del cantero cavar una zanja
de unos 20 cm. de profundidad y 20 a 25 cm. de ancho en todo el largo y colocar
cada pan de tierra en el extremo opuesto del cantero. En el fondo de la zanja
conviene colocar restos vegetales (hojas, pasto, paja, malezas, etc.). A
continuación se abre otra zanja paralela y la tierra que se saca se coloca
sobre la primera zanja sin darla vuelta. Se procede de esta manera con toda la
superficie y en la última zanja se colocará la tierra que reservamos de la
primera. 4. Rastrillar la superficie, desmenuzar los terrones,
esparcir abono orgánico (estiércol o humus de lombriz), cubrir con paja o ramas
y regar. 5. Dejar tapado y en reposo por 15 a 20 días antes de
sembrar, mantener la humedad.
Levanta con una azada la tierra y al
mismo tiempo le vas añadiendo estiércol maduro, es importante que este bien
curado, cuando lo tengas bien mezclado haces los bancales de un metro de ancho
o 1,20 entre ellos deja un espacio como zona de paso de unos 40 cm.
Lo que encontré fue un terreno yermo y muy duro. Decidí cavar hasta una
profundidad de 40 cm para ventilar la tierra y que las especies que tienen las
raíces profundas no tuvieran problemas. La otra razón por la que saqué la
tierra fue por limpiar de piedras y otros elementos el terreno Al sacar la
tierra vi que ésta era muy arcillosa, esto es un pequeño problema, por que se
apelmaza con mucha facilidad y además tiende a retener en exceso el agua. Para
solucionarlo, al volver a echar la tierra la mezclé con arena de río, con esto
lo que gané es que la tierra quede más suelta.
También quise enriquecer la tierra, y añadí un abono ecológico hecho a
base de ceniza, asta de toro, etc. Además, fui agregando hojas secas que recogí
del jardín. Las hojas me van a proporcionar a largo plazo materia orgánica
cuando se descompongan y evitarán que la tierra se apelmace. Creo que es una
solución ecológica y limpia para deshacerme de las hojas del jardín.
Al final lo que intento es acercarme al ideal de tierra cultivable, que
es un equilibrio entre el terreno arcilloso y arenoso.
Cuando he rellenado el hueco, con ayuda de un nivel y unas reglas de
albañil lo pongo a nivel. Ya sólo me queda trazar los surcos, que los voy a
poner con una separación de 50 cm. Para esto me ayudo de unas estacas y de
cuerda. Es importante tener bastante espacio entre surcos porque las plantas
crecen bastante y con menos espacio no tendríamos espacio para trabajar, que
luego hay que seguir escardando, quitando malas hierbas, etc.